Estancia en Roma

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Yo había visitado Roma dos veces como turista. Intuía que esta vez sería diferente y no me equivoqué. Antes de llegar a la casa, en la estación de Termini, me quedé impresionada por la diversidad de personas de todas las etnias que había a su alrededor.

Al día siguiente pude comprobar, por un breve paseo por el mercado y las calles adyacentes, que aquella ciudad no se parecía nada a la Roma que yo había conocido como turista. Pensé que debía mantener mi mente y mi espíritu abierto.

 

Mi primer destino como voluntaria era la escuela que Cemea tiene en Oriolo. Chiara me acompañó hasta la estación y me dio por escrito como llegar a la escuela “Oriolo Romano”. Una vez en el tren y durante el trayecto pasaron por mi mente las situaciones más diversas. Yo no hablo italiano y eso era algo que me preocupaba mucho. Llegué a la estación con un grupo de 25 niños y sus profesoras y me dije a mi misma “salvada” estos niños van al mismo sitio que yo. Pregunté de esta manera – Scusi signora, ¿bambinis a Oriolo Romano? – como la respuesta fue afirmativa respiré aliviada.

En Oriolo las cosas fueron muy fáciles porque encontré personas extraordinarias que, a pesar de la mi dificultad con el idioma, en ningún momento me sentí excluida. Aprendí mucho con este primer contacto. Siguieron más durante el mes y ya era una más en el grupo.

CLASES DE ITALIANO. Una nueva actividad, que nos favorece enormemente a los voluntarios para que la estancia en Roma sea más fácil. Para llegar a la clase hay que coger el tranvía, se tarda más o menos 30/40 minutos. En el recorrido observo que nos alejamos bastante del centro, que son barrios periféricos y sus calles y parques ya no están tan cuidados, los edificios no son viejos pero la suciedad y el descuido son patentes. La vegetación en los parques es exuberante, arboles enormes y de una belleza extraordinaria.

TIEMPO LIBRE. Roma es para romper zapatos. Hay tanto que ver y admirar que las horas pasan rápidas. Pasear por sus calles, detenerte en sus plazas entrar en sus iglesias – hay 365 católicas sin contar otras religiones – mirar y admirar sus escaparates, el diseño en todo. Y que contar de sus terrazas y pizzerías… hay de todas las categorías, elegantes como en Plaza Navona o del Popolo y a la vuelta de la esquina, en la callejita estrecha, la pizzería más coqueta y a precio popular.

ROMA TURISTICA. Paro el tiempo y me traslado al pasado. Aquí no enumero lo que veo y siento porque me faltarían palabras.

AFORTUNADA me siento por haber participado en vuestro proyecto, me ha aportado conocimiento, seguridad y confianza en mí misma. Mi impresión es muy positiva. He conocido la Roma del turismo, la de los barrios periféricos y algunos pueblos rurales, estos me han demostrado el respeto que sienten por la naturaleza, y los admiro por ello.

 

Trinidad Mosquera Rubio

03/05/2012 – 31/05/2012 Roma, Italia

Progetto Go 50+II

Cemea del Lazio

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