Estar en Roma, vivir en Roma, es un regalo de la vida.
Poder caminar por las calles y plazas grabadas a fuego en mi memoria literaria, musical, histórica, cinematográfica… es como ver de nuevo lo tantas veces imaginado pero nunca antes visto. Poderlo ver y tocar, confirmar que existe y sigue latiendo es un placer inigualable.
Roma, esa una enorme cebolla histórica, arquitectónica y urbanística. Roma, esa gigantesca menestra social.
Tiene tantas capas de memoria como imperios y civilizaciones ha albergado:
- Primeras huellas etruscas y helenísticas
- Casi diez siglos de omnipresente imperio romano, tomando y mejorando el testigo de egipcios y griegos en la arquitectura, el derecho, el urbanismo, la religión, la poesía, la retórica, la pintura, la escultura…
- la Roma bizantina
- los siglos borrosos siglos de Medievo
- el “románico” como primer lenguaje común europeo
- los balbuceos del “quatrocento
- y, a partir de entonces, ligado en gran parte a la sede papal y al poder de la Iglesia Católica “romana”, un nuevo fulgor monumental, pictórico y escultórico que crecerá sin desmayo y tomará los sucesivos nombres de renacimiento, clasicismo, barroco, neoclasico, Humbertino, Manuelino, Mussoliniano… hasta hoy.
Una imponente e inabarcable memoria que te asombra y maravilla en cada calle, en cada plaza, en cada esquina.
Y pululando de aquí para allá como hormiguitas afanosas, una gigantesca menestra de colores, olores y sabores:
-miles y miles de turistas de todos los atuendos y continentes, más preocupados por contar que estuvieron aquí que capaces de entender lo que ven
- miles y miles de romanos de nacimiento o hacinamiento, a lo suyo
- miles y miles de coches y motos en organizado caos
- frailes rubios y monjas negras, viejos curas de sotana y jóvenes de traje y varón dandy, viejos camareros atareados y jóvenes africanos en expectativa de algo, tranvías y autobuses atiborrados de cautivos intermitentes, bocas de metro escupiendo estudiantes con mochila y turistas con maletas, elegancia y cochambre, “colgaos” de litrona y ejecutivos de Armani, chinos y tiendas de chinos…
Un curioso lugar en el mundo en el que no eres nadie y no tienes más tarea que ser tú mismo.
José Manuel Calzada
07/06/2012 – 05/07/2012 Roma, Italia
Progetto Go 50+II
Cemea del Lazio
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